En 2º de Bachillerato, los exámenes de la asignatura LENGUA CASTELLANA Y LITERATURA, entre otras, están orientados a la
preparación de la PAU. Por este motivo, es fundamental que sepamos de qué nos examinaremos en esta prueba y qué puntuaciones podremos obtener.
La estructura del examen de la PAU es la siguiente:
I.
Comentario de texto. 4 puntos.
II.
Morfosintaxis. 2 puntos.
III.
Literatura. 3 puntos.
IV.
Léxico. 1 punto.
V.
Ortografía. Puede contar en negativo atendiendo a los siguientes criterios:
a) los errores escasos y puntuales pueden restar hasta 1’5 puntos;
b) los errores abundantes y reiterados pueden llegar a quitarnos hasta 3 puntos.
Tal y como podemos comprobar, el comentario de texto es la
parte del examen que tiene mayor valor. Por lo tanto, merece la pena que le prestemos la atención que se merece y que la trabajemos con interés para, así, desarrollar todas aquellas capacidades que nos permitirán hacer un buen ejercicio de comentario.
1. ANTES DE EMPEZAR A ESCRIBIR.
Para hacer un buen comentario de texto no podemos limitarnos a escribir. Hay que llevar a cabo un
trabajo previo donde hagamos una lectura detallada del texto, un listado de sus contenidos esenciales y un guión con todo aquello que vamos a decir. En definitiva, se trata de un requisito muy sencillo para dotar de contenido a lo que escribimos:
antes de hablar, piensa y decide lo que vas a decir.
El objetivo de esta primera fase consiste en tener claro el contenido del texto, así como también dotarnos de la materia prima necesaria para elaborar nuestro comentario. En ella podemos distinguir los siguientes apartados:
a) Lectura y subrayado del texto.
Debemos llevar a cabo una
lectura atenta y minuciosa del texto, buscando todos los
datos, ideas y detalles que puedan sernos de utilidad para desarrollar nuestro comentario. Conviene
subrayar aquello que consideremos más importante, así como
tomar notas al margen que nos ayuden a situar las diferentes ideas que aparecen en el texto.
b) Elaborar un listado con los contenidos principales.
Tras la lectura del texto, debemos hacer un listado donde aparezcan sus
ideas y contenidos fundamentales. Aquellos que consideremos más significativos serán los que utilicemos para hacer el resumen, teniendo en cuenta que éste debe responder, más que a una o dos ideas concretas, al sentido general que emana del texto. Todo lo demás será utilizado para desarrollar el comentario crítico.
c) Establecer un guión donde quede claro qué vamos a decir.
Una vez que tengamos claro el sentido general del texto, así como las ideas principales y secundarias que aparecen en el mismo, debemos pararnos a
pensar en aquello que vamos a decir. Como punto de partida tomaremos los contenidos del texto, pero también echaremos mano de nuestra formación cultural, nuestra experiencia personal, nuestra imaginación, nuestro razonamiento y nuestra capacidad de argumentación.
Esta parte del trabajo depende, en gran medida, de nuestras aptitudes personales y del texto a analizar, de manera que
puede ser muy diferente en cada caso. Ni hay ni debe haber dos comentarios iguales. Aún así, para cuando nos quedemos faltos de ideas o, simplemente, no tengamos muy claro lo que podemos decir, existen una serie de
temas que podremos tomar como punto de partida indistintamente de los contenidos del texto.
Entre otras cuestiones, siempre podremos recurrir a los siguientes interrogantes:
1. Actualidad del tema e interés que despierta en la sociedad.
2. Objetivo del autor: informar, opinar, denunciar, convencer, hacer reír, hacer pensar… Así mismo, también tendremos en cuenta si, en nuestro caso, el autor alcanza o no sus objetivos.
3. Tipo de argumentos, razones e ideas que expone. Tono utilizado.
4. Relación del tema con otros, ya sean similares o de distinto tipo. Establecer relaciones conceptuales es una de las maneras más eficaces para demostrar que entendemos el texto y que sabemos de lo que estamos hablando, aunque también puede resultarnos muy complicado si no lo hemos comprendido bien.
5. Relación de la temática del texto con algún libro, película, canción, pintura, fotografía… o cualquier otra manifestación cultural donde se traten asuntos relacionados con los temas que aparecen en el texto.
6. Opinión sobre el estilo utilizado por el autor: si es aburrido, ameno, claro, complicado…
7. Relacionar el tema, o los temas, del texto con alguna experiencia personal o cercana.
2. MIENTRAS ESCRIBIMOS. Resumen, comentario crítico, opinión personal…
Ante todo, debemos tener en cuenta que lo único que puede valorar el profesor es aquello que vamos a escribir. Por lo tanto, debemos intentar que nuestro comentario sea
claro, preciso y, a ser posible,
ameno. Todo esto depende, en gran medida, de las capacidades lingüísticas y argumentativas de cada alumno, aunque también existen algunas técnicas básicas que pueden ayudarnos a realizar un buen comentario.
a) Resumen.
Debemos
demostrar que hemos comprendido el texto. Es conveniente hacerlo de manera breve, a ser posible en unas
pocas líneas (entre 5 y 10), y dar la sensación de que estamos seguros de lo que decimos. Para ello usaremos
frases cortas, sin subordinadas o con relaciones de subordinación muy sencillas, prescindiendo de los adornos o recursos estilísticos. El
lenguaje debe ser
sobrio, sólido, claro, preciso… poniendo mucho cuidado en elegir aquellas palabras que transmitan nuestras ideas del modo más fiel posible.
En lo que se refiere al contenido, lo ideal es comenzar enunciando cuál es el
sentido general del texto, la idea central o el razonamiento principal. Después, podemos
apoyar esa primera afirmación en alguna o algunas de las ideas secundarias que aparecen en el texto. De esta manera proporcionamos una información breve, pero no sesgada, del contenido del texto.
b) Comentario crítico.
En esta parte comentaremos cada uno de los aspectos que, previamente, hemos seleccionado en el guión de contenidos (apartado 1. c), así como otros que puedan ir surgiendo sobre la marcha. Se trata de demostrar que, tras entender la lectura, somos capaces de
analizar el texto y hablar sobre él desde nuestro propio punto de vista.
Ésta es la parte más creativa del comentario de texto, y es aquí donde debemos demostrar nuestras habilidades a la hora de
razonar, argumentar y
redactar. Debemos ser atrevidos y decididos, pero nunca presuntuosos. Utilizaremos un
lenguaje algo más elaborado que en el resumen, con más
adornos y recursos estilísticos. Todo esto, claro está, siempre dentro de nuestras posibilidades: debemos escribir de la forma que nos resulte más cómoda,
sin que el lenguaje utilizado quede por encima de nuestras posibilidades. De lo contrario, no será complicado que terminemos equivocándonos en algo.
El comentario crítico debe quedar
organizado en párrafos y cada párrafo debe contener una idea o un razonamiento completo. También podemos usar párrafos introductorios, aclaratorios, completivos, explicativos… Al margen de esto, tenemos plena libertad para dar al texto la estructura que queramos.
c) Opinión personal.
Lo que interesa al profesor no es aquello que opinamos sobre tal o cual cosa, sino la
manera en la que expresamos nuestras opiniones. Esto no constituye un apartado distinto, sino que debemos incluir nuestras opiniones personales
a lo largo de todo el comentario crítico. Sobre todo, hay que demostrar madurez y capacidad crítica, aunque también es importante que seamos capaces de expresar con corrección lo que pensamos. Hay que tener en cuenta que el profesor esperará de ti unas
capacidades propias de una persona de tu edad, ni más ni menos, de manera que no debes tener miedo de expresar lo que piensas del modo en que creas más adecuado.
También podemos reservar nuestra opinión para el final del comentario. En ese caso, la desarrollaremos, a modo de conclusión, en el último párrafo.
Cualquiera de las dos opciones es igual de válida y elegir entre una u otra no debe influir para nada en el contenido.
d) Conclusión.
Se incluye en el último párrafo y debe servir como
final del comentario. No se trata de dar una solución o respuesta definitiva a las cuestiones planteadas en el texto sino, más bien, de acabar nuestra redacción de un modo preciso.
Su contenido puede variar mucho dependiendo del tipo de comentario que hayamos hecho y del tono que le queramos dar. Así, podemos encontrar conclusiones a modo de
síntesis, irónicas, interrogativas, reflexivas, redundantes, surrealistas…
3. PARA TERMINAR. Criterios de evaluación, partes del comentario, practicar para aprender…
El comentario de texto es un ejercicio práctico donde debemos mostrar una serie de habilidades adquiridas durante todos nuestros años de formación académica. Estas habilidades se desarrollan y perfeccionan con la práctica, de modo que tan sólo
repitiendo este ejercicio muchas veces podremos llegar a dominarlo o, en caso de no conseguirlo, alcanzar el nivel suficiente para aprobar esta parte del examen.
Al margen de este requisito imprescindible, las siguientes pautas generales darán a nuestro comentario la solidez, precisión y organización necesarias para alcanzar la mayor nota posible.
a) Criterios de evaluación.
1. Hay que
centrarse en el texto, en el contenido, en la temática… Los detalles periféricos como el nombre o vida del autor, la fecha o el medio donde ha sido publicado… no son importantes.
2. El
resumen no es una pregunta independiente que debamos contestar por separado, sino que va
incluido en la pregunta general del comentario. Por ello, no debemos contestarlo en un apartado especial sino integrarlo en el primer párrafo de nuestra redacción.
3. No se deben copiar enunciados textuales que aparezcan en el fragmento, sino
utilizar nuestras propias palabras y
ser originales en lo que estemos diciendo.
4. Es importante
relacionar el texto con todo aquello que ya sabemos: vivencias, conocimientos relativos a otras materias, películas, libros, canciones… En definitiva, debemos demostrar que poseemos una formación cultural suficientemente amplia y que somos capaces de situar en ella el texto que estamos comentando.
5. Tus
argumentos no deben convencer al evaluador, pero sí demostrar que se adecuan a lo que se espera de una
persona de tu edad. Por este motivo, debes procurar que tus razonamientos no sean demasiado inmaduros o simplistas.
6. La
valoración crítica y la
opinión personal deben estar muy presentes en el comentario. Desarróllalas siempre que sea posible y no tengas miedo a decir lo que piensas.
b) Estructura del comentario.
La evaluación del comentario se hace de forma global y puede alcanzar hasta un máximo de cuatro puntos. Esto quiere decir que el evaluador podrá repartir esos cuatro puntos como estime conveniente. Aún así, la estructura de partida de nuestro comentario se debe ajustar a los siguientes aspectos:
1.
Comprensión del texto (hasta 1 punto). Debes demostrarla, básicamente, en el resumen.
2.
Organización de las ideas (hasta 1 punto). Separar las ideas en párrafos, incluir una conclusión adecuada al contenido, redactar de forma fluida… En definitiva, demostrar que sabes lo que estás diciendo.
3.
Valoración crítica y opinión personal (hasta 2 puntos). Aquí debes demostrar comprensión, madurez y capacidad para expresar tus propias opiniones.
por Francisco García Morales
Asociación cultural ÁGORA-FEC