Acaba el curso y comienza el verano.
Llega el tiempo de las vacaciones, la playa, la piscina, las noches con el
grupo de amigos… y los amaneceres en la orilla del mar. Para muchos
estudiantes, es hora de desconectar y recargar las pilas para el curso
siguiente. Pero para otros, en cambio, toca hacer un esfuerzo final y recuperar
en Septiembre las asignaturas no superadas en Junio…
Quienes hemos pasado por la experiencia
de tener que estudiar en verano sabemos que no siempre es una tarea fácil. Si
no te programas bien el ritmo de estudio y no tienes la disciplina suficiente,
se puede hacer muy cuesta arriba y es muy probable que no consigas aprobar. Por
este motivo, desde nuestra academia queremos ofreceros algunos consejos que os
podrán servir de ayuda para superar esos exámenes que os esperan a la vuelta de
vacaciones.
1)
Programa tu tiempo de estudio en base a objetivos semanales. Antes de
empezar a estudiar, te proponemos que hagas una sencilla operación aritmética:
divide los contenidos que debes estudiar por el número de semanas que te
separan de los exámenes. De este modo comenzarás cada semana sabiendo exactamente
qué tareas debes realizar y cuáles son los objetivos que debes alcanzar. Este
paso previo es mucho más importante de lo que pueda parecer a simple vista. Si
lo haces bien, conseguirás avanzar de modo firme y seguro en tus estudios,
evitando que se te acumule el trabajo y demostrándote a ti mismo, día tras día,
que eres capaz de superar esas asignaturas que se te han atragantado durante el
curso.
2)
Autoevalúa periódicamente lo que hayas estudiado. Cada cierto
tiempo (puede ser cada dos o tres días, todas las semanas o cada dos semanas…)
debes realizar pequeños controles para ver cuál es el nivel en el que te
encuentras. Esto te ayudará a afianzar los contenidos estudiados así como
también a detectar aquellos puntos flojos que todavía debes mejorar.
3)
Esquematiza todo lo que estudies, toma apuntes y ordena tus ejercicios. Así podrás ir
repasando, de un modo claro y sencillo, todo lo que lleves estudiado sin
necesidad de tener que reordenarlo y reorganizarlo todo continuamente. Ganarás tiempo
y, sobre todo, acabarás memorizando un montón de cosas casi sin darte cuenta.
4) Busca ayuda profesional. No siempre es necesario recurrir a una academia o a
un profesor particular para conseguir el aprobado en Septiembre pero, si
decides hacerlo o consideras que tú solo no vas a poder lograrlo, ten en cuenta
cuáles son los requisitos indispensables que debe reunir un buen profesional:
-Busca
profesores preparados, cualificados y, a ser posible, con experiencia previa. Ahora bien,
¿cómo saber si un profesor es o no el adecuado? Hay varios factores a tener en
cuenta: títulos académicos que posea, nivel de conocimientos demostrado, buenas
aptitudes como docente, claridad en las explicaciones, organización de las
clases… Y, lo más importante de todo, busca personas que se comprometan con lo
que hacen, que te inspiren confianza y que te aporten la seguridad que
necesitas.
-Si
decides ir a una academia, comprueba que los grupos no sean muy grandes (nunca más de
ocho personas). En nuestra academia, por ejemplo, trabajamos con grupos de seis
alumnos organizados por asignaturas y niveles. De este modo podemos ofrecer una
atención individual y personalizada para cada uno de nuestros estudiantes,
conociendo perfectamente cuáles son sus puntos débiles y cuáles sus puntos
fuertes.
-Busca
un espacio adecuado. Si estudias en casa, organiza un espacio tranquilo,
silencioso y en el que te puedas aislar con relativa facilidad. Si, en cambio,
decides ir a una academia, elije una en la que te sientas cómodo y donde la
relación entre los profesores y los alumnos sea fluida y armoniosa.
-Compara
precios hasta encontrar el que mejor se adapte a la calidad que estás buscando. Pero… ¡ojo!
Aquí debes poner mucho cuidado y no llevarte a engaño. Si bien es cierto que
los precios muy bajos implican necesariamente una atención de mala calidad (ya
sea por la mala preparación de los profesores, por trabajar con grupos demasiado
grandes o por cualquier otra circunstancia que permita precios excesivamente bajos),
también es cierto que un precio elevado no te garantiza recibir la mejor
atención posible. La mejor opción, por regla general, estará en un punto
intermedio en el que la relación calidad-precio sea proporcionada. Busca y
compara con paciencia teniendo en cuenta todos los factores que puedan influir
en el precio y la calidad de las clases.
5)
Disfruta del verano todo lo que puedas… El descanso forma parte del trabajo, de
modo que no debes gastar todas tus fuerzas solamente en estudiar. Si lo haces
así, no tardarás mucho en desgastarte y bajar tu nivel de rendimiento. Hay más
cosas, además de los estudios (algunas mucho más importantes), que debes
disfrutar durante el verano. Considera las horas de estudio, simplemente, como
una parte más entre todo lo que compone tu día a día. Si te organizas bien y
sabes gestionar tu tiempo, podrás hacerlo todo: estudiar, descansar, ir a la
playa, pasear, hacer deporte, leer, salir de fiesta, divertirte, aprender… y
vivir algunas de esas experiencias propias de tu edad que, un día, sin que
sepas cuándo, llegarán por primera vez y contribuirán a hacer de tu vida una
aventura maravillosa, única e irrepetible. Así que vive, aprende y sé feliz…
Francisco García Morales
Filósofo y profesor en ÁgoraFEC
No hay comentarios:
Publicar un comentario