El núcleo de una consulta filosófica
gira en torno al pensamiento y la
reflexión del consultante acerca de los problemas, inquietudes o circunstancias vitales a los que se
enfrenta. Por eso, el trabajo del filósofo asesor consiste en ayudarle a encontrar las preguntas adecuadas que
le permitan hacer la reflexión adecuada.
Cada nueva pregunta nos sitúa en una nueva perspectiva ante la que se abre una nueva oportunidad para conocernos mejor a nosotros mismos y a la
realidad que nos rodea, aprendiendo a controlar
mejor nuestras propias vidas y a relacionarnos
con el mundo de un modo más positivo,
sano y provechoso.
Con este objetivo, proponemos a nuestros
consultantes que sigan y hagan suyas, en su día a día, las siguientes pautas
que les ayudarán a pensar por sí mismos de modo filosófico, crítico y
constructivo.
1. No des nada por sentado.
Cuestiónalo
todo, incluidos aquellos supuestos que asumimos de modo acrítico cuando hacemos
una afirmación o planteamos un problema.
2. Libérate de los prejuicios.
Olvídate de las
ideas preconcebidas, ya que actuarán como un límite para tu pensamiento y tu
creatividad. Piensa libre.
3. Entusiásmate.
Sigue tu impulso
natural a descubrir cosas nuevas. La curiosidad nos mantiene vivos.
4. Analiza el problema desde diferentes
perspectivas.
Busca todas las
alternativas que se te ocurran. Piensa como si fueras otra persona. Recurre a
distintos puntos de vista para tener una visión más clara de los objetos de tu
reflexión.
5. Deja proliferar las hipótesis y las respuestas.
No busques una
sola respuesta. Si te quedas con una única solución, dejarás fuera otras posibilidades
que, tal vez, podrían ajustarse mejor a lo que estás buscando.
6. Piensa de modo divergente.
Las ideas
absurdas, insensatas, irracionales, inmorales, radicales o extravagantes pueden
abrir nuevas líneas de pensamiento. No las descartes y sé valiente a la hora de
pensar. El pensamiento convencional no te aportará nada nuevo.
7. Ten paciencia.
Las ideas
necesitan sus períodos de gestación y desarrollo. Si no las dejas madurar
suficiente, es muy probable que te encuentres con ideas inacabadas que no
satisfagan del todo tus aspiraciones.
8. Las preguntas son más importantes que las
respuestas.
Busca la
pregunta adecuada. De lo contrario, no podrás encontrar la respuesta… Cada
nueva pregunta abre ante ti la posibilidad de conocer. Ser consciente de lo que
no sabes es el requisito imprescindible para aprender.
9. Permanece flexible.
Tolera la ambigüedad
y combate la rigidez. La vida es plástica, cambiante, maleable… flexible. Las
posturas rígidas nos alejan de la realidad.
10. Colectiviza las ideas.
Colabora con los
demás, escucha sus opiniones y ofrece las tuyas. La comunicación y el
intercambio de ideas nos aporta nuevas perspectivas y enriquecen nuestro punto
de vista y nuestra capacidad de reflexión.
11. Busca tus propias respuestas.
No aceptes las
respuestas de otros como si fueran tuyas. Cuando lo hagas, que sea porque
realmente has pensado a fondo sobre ellas.
12. Deja volar a tu imaginación.
Nuestra
capacidad para imaginar y crear es la principal herramienta de nuestro
pensamiento.
Francisco García Morales
Filósofo y docente
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