A. Introducción
Durante el siglo XVIII, los
Borbones impusieron en España una monarquía absoluta que quedó por encima de
los intereses de los diferentes reinos y estamentos. Quieren centralizar todo
el poder en manos del monarca, para lo cual se llevan a cabo diferentes
reformas sobre la administración del Estado, la Iglesia, la economía, los
impuestos, el ejército… La Ilustración juega un importante
papel en este movimiento, que termina siendo conocido como Despotismo Ilustrado
durante el reinado de Carlos III.
El reinado de Carlos III se
extiende desde 1759 hasta 1788.
B. Desarrollo
1. Características del Despotismo Ilustrado.
El Despotismo Ilustrado es un
sistema de reformas inspirado por el racionalismo y contrario a la tradición.
Toma como referencia fundamental a los pensadores ingleses y franceses de la
época: Hobbes, Montesquieu, Voltaire, Rousseau… Es inmovilista y
antidemocrático, ya que no pretende alterar el orden jerárquico de la sociedad
ni el sistema de poder de la monarquía absolutista. El único cambio importante
con respecto al modelo anterior consiste en sustituir el apoyo religioso a la
política por el apoyo ilustrado, racionalista e intelectual. El rey se rodea de
un grupo de ministros ilustrados que serán los encargados de plantear y llevar
a cabo esas reformas. Entre estos ministros podemos citar a Esquilache, Aranda,
Campomanes y Floridablanca.
-CAMPOMANES Y FLORIDABLANCA.
El caso de estos dos ministros es muy representativo. Se trata de dos hidalgos
con pocos recursos económicos que se ganan la vida ejerciendo la abogacía. Su
formación es universitaria y laica, al margen de las élites religiosas y
aristócratas.
2. El motín de Esquilache (1766).
Los primeros ministros de Carlos
III son de origen extranjero. Esto provoca el rechazo popular hacia unas
reformas que se consideraban contrarias a las costumbres tradicionales de los
españoles.
Como consecuencia de la guerra
contra el Reino Unido se produce una subida de los impuestos y del precio del
trigo. Esto provoca una revuelta popular que se inició en Madrid y se extendió
por otras ciudades españolas hasta un total de setenta municipios, entre los
que se encuentra la ciudad de Cartagena. La revuelta fue conocida como Motín de
Esquilache. A pesar de ser un motín de subsistencia (provocado realmente por la
subida de impuestos y el encarecimiento de los precios), el detonante fue un decreto
urbano que prohíbe las capas largas y los sombreros de ala ancha. Esta medida
forma parte de un proyecto de renovación urbana que incluye la limpieza de las
calles, la mejora del alumbrado y el alcantarillado, la reducción de la
criminalidad… La prohibición de estas prendas va encaminada a evitar que las
personas puedan ocultar el rostro, armas o artículos de contrabando. El pueblo
asaltó las casas de Grimaldi y Esquilache, levantó el empedrado de las calles y
derribó las farolas. La revuelta fue sofocada cuando Carlos III promete al
pueblo que destituiría al ministro italiano Grimaldi y anularía sus medidas. El
Marqués de Esquilache, inspirador de las nuevas medidas, será exiliado.
Entre las peticiones populares,
destacan las siguientes:
1. Cambiar a los ministros
extranjeros por ministros españoles.
2. Conservar el uso de la capa
larga y el sombrero de ala ancha.
3. Bajar el precio de los
alimentos.
4. Desaparición de la Junta de
Abastos.
5. Retirada de las tropas y perdón
general para los sublevados, que quieren escuchar por boca del propio rey el
compromiso para cumplir con estas medidas (algo que, desoyendo los consejos del
ejército, el rey acepta).
CONSECUENCIAS DEL MOTÍN:
-La política de reformas se
mantiene en un tono más moderado y prudente.
-Campomanes y Floridablanca
adquieren un gran peso político. Se crea la Junta Suprema del Estado en la que
se reúnen todos los ministros coordinados por Floridablanca.
-En los ayuntamientos se crean
nuevos cargos municipales elegidos por los ciudadanos para proteger sus
intereses. Estos cargos son:
1) procurador síndico personero,
portavoz de los vecinos
2) diputado del común,
vigilante del abastecimiento de víveres
3) alcalde de barrio,
encargado de hacer cumplir las ordenanzas
-Los jesuitas son expulsados del
reino tras ser acusados de haber organizado el motín. Anteriormente fueron
expulsados de Portugal y Francia, por lo que Carlos III pide al papado que la
Compañía de Jesús sea disuelta. Esta expulsión fue apoyada por gran parte del clero,
sobre todo por las órdenes religiosas rivales (dominicos y agustinos). Con esta
medida, Carlos III quiere eliminar la mayor oposición intelectual a la
Ilustración, ya que los jesuitas controlan la enseñanza secundaria y
universitaria. Las universidades son reformadas y los planes académicos
conceden una mayor importancia a las ciencias y a la medicina en detrimento de
la religión. El poder de la Inquisición también queda limitado.
-La nobleza conserva todos sus
privilegios y se mantienen los derechos señoriales. Los hidalgos deben
demostrar su condición y desempeñar alguna labor productiva (las profesiones
manuales y comerciales son declaradas honestas), por lo que su número se reduce
de 700.000 a 400.000. Aumenta el número de títulos nobiliarios, ya que se
empieza a conceder títulos a los cargos destacados de la Administración del
reino.
3. Reformas económicas y sociales.
La más importante de todas es la
Reforma Agraria, con la que se pretende impulsar la agricultura como principal
actividad para potenciar la economía del país. El debate sobre la reforma
agraria fue planteado por Campomanes y Jovellanos (éste último después del
reinado de Carlos III). La reforma agraria tiene un triple objetivo:
1). Aumentar la producción y
lograr un mercado libre de trabas institucionales (control de precios,
impuestos, aranceles…). Los agricultores obtienen mayores beneficios y pueden
llegar a enriquecerse.
2). Crear un sector de
propietarios rurales que fomente la estabilidad social. Este nuevo
sector, supone un nuevo apoyo para el
gobierno.
3). Elevar los ingresos del
Estado. Se establece un impuesto sobre las compras y ventas de los
agricultores. Al aumentar el número de agricultores también aumenta el número
de contribuyentes que pagan ese impuesto.
Para alcanzar estos objetivos se
proponen las siguientes medidas (sólo algunas se llevan a la práctica):
1. ESTRUCTURA DE LA PROPIEDAD.
Los ilustrados plantean la posibilidad de que las tierras en propiedad del
clero y la nobleza queden sujetas a compra-venta. Esta reforma nunca llega a
aplicarse, de manera que la tierra no cambió de propietarios.
2. LIBRE COMERCIO DE CEREALES.
Los precios dejan de estar controlados por el Estado y empiezan a subir sin
ningún control. Al no cambiar el régimen de propiedad de la tierra, los únicos
beneficiarios de esta subida son sus propietarios (nobleza y clero) y no los
campesinos que las cultivan.
3. LIMITACIÓN DE LOS INTERESES
GANADEROS. La subida del precio del cereal lleva a los propietarios de la
tierra a invertir en estos cultivos. La ganadería, al ofrecer menos beneficios,
pasa a un segundo plano.
4. COLONIZACIÓN DE NUEVAS
TIERRAS. Nuevas poblaciones en Sierra Morena y el valle del Guadalquivir.
El plan fue diseñado por Campomanes y los pobladores traídos del centro de Europa,
sobre todo alemanes y flamencos católicos que debían recuperar la agricultura
en una zona de alta actividad bandolera.
5. CONSTRUCCIÓN DE OBRAS
PÚBLICAS. Canal de Castilla, Canal Imperial de Aragón, plan radial de
carreteras procedentes de Madrid (más de 1000 kilómetros), red de posadas y más
de 700 puentes.
6. FINANCIACIÓN DE LA DEUDA
PÚBLICA. Se crea el Banco Nacional de San Carlos. Su finalidad consiste en
acabar con las deudas que el Estado había adquirido a lo largo de diferentes
guerras. Se emiten los llamados vales reales, títulos de deuda pública por lo
que se paga un interés a quien los compra. El alto número de estos vales
terminó por reducir considerablemente su valor.
C. Conclusión
Durante el reinado de Carlos III
se abordan cuestiones económicas y sociales que nunca se habían tenido en
cuenta por los gobiernos anteriores. El proyecto de reformas ilustradas
conocido como Despotismo Ilustrado termina con la muerte del monarca. El
reformismo moderado de este período deja paso a una etapa de reacción y
revolución mucho más conservadora.
Podemos considerar a Carlos III
como el padre de la identidad nacional española. En esta época se diseñaron los
principales símbolos de identidad nacional: el himno, la bandera y una capital,
Madrid, que se intentó construir como una ciudad moderna.
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