jueves, 11 de diciembre de 2014

Al-Ándalus: evolución política [HISTORIA de ESPAÑA, 2º de Bachiller].

UD2. AL-ÁNDALUS: EVOLUCIÓN POLÍTICA.
 

A. Introducción

El Islam se expande durante todo el siglo VII por el Próximo Oriente, el Mediterráneo oriental y el norte de África. El proceso finaliza con la creación de un extenso Imperio, con capital en Damasco (Siria) y toda la autoridad política y religiosa en manos del califa.

A partir del año 711, los musulmanes entran en la Península Ibérica y construyen la sociedad más desarrollada y próspera de toda Europa: Al-Ándalus. Su presencia en la península se mantiene, bajo diferentes formas, hasta 1492. El proceso de conquista dura sólo cinco años (711-716) y se lleva a cabo casi sin derramamiento de sangre. Los reinos visigodos son muy inestables, enredados en continuas disputas internas y apenas cuentan con apoyo por parte de la población. Por lo general, los musulmanes llegaban a fáciles acuerdos con las autoridades locales de las ciudades más importantes: respetaban su autogobierno, conservaban sus tierras, toleraban las prácticas religiosas locales… a cambio del pago de un impuesto. La resistencia de los pueblos del Norte (cántabros, astures y vascones) mantiene el territorio dividido durante siglos. Estos pueblos acaban organizando la reconquista cristiana de la Península Ibérica.


B. Desarrollo

La organización política de Al-Ándalus se divide en cuatro períodos:

I. EMIRATO DEPENDIENTE DE DAMASCO (711-756). Al-Ándalus es una provincia del Imperio y depende de la autoridad del califa de Damasco. Al frente de la provincia hay un emir o walí nombrado directamente por el califa. El territorio queda dividido en coras y la capital se establece en Córdoba. Se repartieron tierras entre los guerreros y se sustituye a dirigentes locales por dirigentes árabes. Los habitantes de las zonas conquistadas deben pagar un tributo. Se producen enfrentamientos étnicos entre árabes, instalados en las tierras fértiles del valle del Guadalquivir, y bereberes, instalados en las tierras infértiles de las marcas. Una serie de guerras civiles en todo el Imperio termina con el asesinato de toda la dinastía de los Omeyas. Sólo uno sobrevive: Abd al-Rahman I, que se traslada a Al-Ándalus para proclamar el emirato independiente.

II. EMIRATO INDEPENDIENTE DE BAGDAG (756-929). La capital del Imperio se traslada a Bagdag (Irak). Abd al-Rahman I se proclamó emir independiente del Califato de Bagdag y Al-Ándalus se convierte en un Estado independiente, pero el poder religioso sigue estando en manos del Califato de Bagdag. Para reforzar el poder del Estado se aumentan los impuestos, se reparten los cargos públicos entre un cuerpo de fieles y se crea un ejército de mercenarios esclavos y bereberes. El poder central termina viéndose amenazado y se producen diversas revueltas locales y conflictos por el poder. Los muladíes (cristianos convertidos al Islam) y los mozárabes (cristianos que viven en territorio musulmán) reivindican los mismos derechos que los musulmanes y quieren participar en el poder.

III. CALIFATO DE CÓRDOBA (929-1031). Abd al-Rahman III se proclama califa de Córdoba, de manera que se convierte en jefe político-militar y jefe religioso de los creyentes musulmanes. Política interior: restaurar la unidad del Estado islámico y el poder de Al-Ándalus en toda la península. Política exterior: manifiesta su independencia y ortodoxia religiosa con respecto al Califato de Bagdag. Etapa más brillante de Al-Ándalus, que se convierte en el Estado más rico y avanzado de toda Europa. Hay un renacimiento artístico e intelectual. Las revueltas internas son sofocadas y los reinos cristianos contenidos en el norte y convertidos en vasallos tributarios del califa a cambio de no sufrir aceifas (campañas de saqueo y pillaje en tierras cristianas que buscan intimidar y riquezas).

Almanzór y sus hijos fueron los auténticos gobernantes del Calífato de Córdoba. Implantó una dictadura militar para dominar la administración y el ejército, empleando a esclavos en ambos sectores. Formó una guardia personal formada por bereberes. Consigue el apoyo de los ortodoxos religiosos y extiende los dominios de Al-Ándalus por Marruecos. Las aceifas contra los cristianos del norte se reanudaron. Tras la muerte de Almanzór estalla una guerra civil tras la cual se suceden varios califas hasta llegar a la desaparición del califato. Al-Ándalus queda dividido en los Reinos de Taifas.


IV. REINOS TAIFAS (1031-1492). Al-Ándalus queda dividido en reinos a lo largo de tres fases:

1.        Primeras taifas. Gran desarrollo cultural, artístico, científico y económico. Los reinos son muy débiles tanto militar como políticamente. Pagaban tributos a los reinos cristianos, de manera que aumentaron los impuestos sobre sus súbditos. Terminaron ocupándose unos a otros o siendo reconquistados por los reinos cristianos. Los Almorávides invadieron la península, reconquistaron todos los reinos y reunificaron, en cierto modo, Al-Ándalus. Los almorávides son musulmanes ortodoxos que practican la yihad (guerra santa) contra los infieles. Fueron atacados y derrotados por los Almohades.

2.        Segundas taifas. Los Almohades son aún más radicales en lo religioso que los almorávides. Establecen la capital de los reinos en Sevilla. Siguen siendo incapaces de contener el avance de los reinos cristianos. En 1212 sufren la derrota en la Batalle de las Navas de Tolosa, lo que supone el final de las segundas taifas.

3.        Terceras taifas. Estos reinos fueron conquistados poco a poco por los reyes cristianos de Castilla y Aragón a lo largo del siglo XIII. El único reino que perdura hasta finales del siglo XV es el Reino Nazarí de Granada.


C. Conclusión

El Reino Nazarí de Granada se extendía por Granada, Málaga y Almería. Su supervivencia se debió a las grandes habilidades diplomáticas que permitieron mantener una buena relación con los reinos cristianos y los pueblos musulmanes. Sus alianzas con Castilla, Aragón, Portugal… pretendían crear divisiones entre estos reinos y permanecer estables ante ellos. Es un reino muy rico y poblado. Tiene una gran cohesión y estabilidad internas, así como un alto nivel cultural, intelectual y artístico.

El matrimonio entre Isabel y Fernando, reyes de Castilla y Aragón respectivamente, dio como resultado la unificación de ambos reinos. Aprovechando la estabilidad y fortaleza que les daba la nueva situación, iniciaron una campaña militar contra Granada, en el año 1482, que se mezcló con una guerra civil interna.

En 1492, Boabdil, el último rey de Al-Ándalus, entregó Granada al reino de Castilla. Con este episodio finalizaba la presencia musulmana en la Península Ibérica.

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